¡Cristo está vivo!

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¡Cristo está vivo!
Juan 14:6

Mientras vivas, nadie podrá hacerte frente, porque yo estaré contigo como antes estuve con Moisés. No te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente porque tú serás quien reparta a este pueblo, como herencia, la tierra que juré a sus padres que les daría. Pero tienes que esforzarte y ser muy valiente.
Josué 1:5-8
¡Ser hombres!
«¡Sea hombre!», dicen a veces los adultos a un adolescente, es decir, haga como nosotros, siga nuestras pisadas. ¡Déjese llevar por las mismas tendencias! Malamente dicen: ¡Si uno no bebe alcohol, no es un hombre, si no tiene libertad sexual, no es un hombre!

Y, para mostrarse hombre, uno hace callar la conciencia, sus propias convicciones, si las tiene, y se deja llevar por sus impulsos… así pierde su alma e influencia a otras personas a seguir la misma dirección. ¡Ah, esos hombres «valientes», incapaces de resistir ante una sonrisa burlona! ¡Esos hombres «fuertes», que ceden ante cualquier tentación! ¡Esos hombres «libres», esclavos de sus intereses, de sus pasiones, de la opinión de los demás!
En cambio, la Palabra de Dios nos dice algo totalmente diferente: “Portaos varonilmente” (1 Corintios 16:13), pero como hombres que saben permanecer puros, sobrios, que respetan a los demás, se respetan a sí mismos y resisten al mal. Como hombres dignos que se enfrentan a las burlas para obedecer al Señor Jesucristo, y de este modo se atreven a desafiar la opinión de los demás.

Estos son los hombres a quienes forma la Biblia, cuando la creen y la obedecen, pues hay dos maneras de «ser hombres»: vivir en el mundo según nuestra naturaleza llevada por nuestra propia voluntad, por nuestras codicias, o vivir según la nueva vida que Dios nos dio mediante la fe en Cristo, quien nos amó (Efesios 5:2) e hizo de nosotros hijos de Dios, hombres según Dios.

Tomado del libro "La buena semilla" Ediciones bíblicas 1166 Perroy (Suiza).

¿Qué significa honrar a mi padre y a mi madre?
Honrar a tu padre y a tu madre, son las palabras respetuosas y las acciones que resultan de una actitud interna de estima por su posición.

La palabra griega para honor, significa venerar, apreciar, y valorar. Honor es darles respeto, no solo por mérito sino también por rango. Por ejemplo, algunos pueden no estar de acuerdo con las decisiones del Presidente, pero aún así ellos deben respetar su posición como líder de su país. Similarmente, los hijos de todas las edades deben honrar a sus padres, sin importar si sus padres “merecen” o no el honor.

Dios nos exhorta a honrar al padre y a la madre. Él valora el honrar a los padres, lo suficiente como para incluirlo dentro de los 10 Mandamientos (Éxodo 20:12) y nuevamente en el Nuevo Testamento: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)

En los días del Antiguo Testamento, el hablar mal de los padres de uno o rebelarse contra sus instrucciones, resultaba en la pena capital (Éxodo 21:15-17; Mateo 15:14), mientras que aquellos que honraban a sus padres eran bendecidos (Jeremías 35:18-19). Una característica de tanto, aquellos con una “mente reprobada”, como aquellos que se caracterizan por su falta de piedad en los últimos días, es la desobediencia a los padres. (Romanos 1:30; 2 Timoteo 3:2).

Salomón, el hombre sabio, exhortaba a los hijos a respetar a sus padres (Proverbios 1:8; 13:1; 30:17). Aunque en la actualidad ya no estemos directamente bajo su autoridad, no podemos ignorar el mandamiento de Dios de honrar a nuestros padres. Aún Jesús, el Hijo de Dios, se sometió Él mismo a Sus padres terrenales y a Su Padre celestial (Mateo 26:39; Lucas 2:51). Siguiendo el ejemplo de Cristo, como cristianos, debemos tratar a nuestros padres de la manera en que deberíamos aproximarnos reverencialmente a nuestro Padre celestial (Hebreos 12:9; Malaquías 1:6)

Obviamente, se nos ordena honrar a nuestros padres, pero ¿cómo? Honrarlos tanto con nuestras acciones como con nuestras actitudes (Marcos 7:6). Honrar sus deseos no expresados, como los hablados. “El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.” (Proverbios 13:1).

En Mateo 15:3-9, Jesús les recuerda a los fariseos el mandamiento de Dios de honrar a su padre y madre. Ellos estaban obedeciendo la letra de la ley, pero habían añadido sus propias tradiciones que esencialmente la anulaban. Mientras que honraban a sus padres de palabra, sus hechos probaban el verdadero motivo de su corazón. Honrar es más que un servicio de labios. La palabra honor en este pasaje es un verbo, y como tal, demanda elegir una acción correcta.

El honor incluye la idea de traer gloria a alguien. Primera de Corintios 10:31, nos dice que todo lo que digamos o hagamos, debemos hacerlo para la gloria de Dios. Debemos buscar honrar a nuestros padres de manera similar a la que los cristianos se esfuerzan por darle gloria a Dios –en nuestros pensamientos, palabras y acciones.

La palabra griega “hypakouo” significa obedecer, escuchar, o prestar atención. Para un hijo menor, obedecer a sus padres va de la mano con honrarlos.

Eso incluye escucharlos, prestarles atención, y someterse a su autoridad. Después de que los hijos maduran, la obediencia que aprendieron cuando niños, les servirá para honrar a las autoridades tales como el gobierno, la policía y sus jefes.

Mientras que se nos pide honrar a los padres, eso no incluye el imitar a los impíos (Ezequiel 20:18-19). ¿Qué pasa si tus padres te piden hacer algo malo? En ese caso, debes obedecer a Dios antes que al hombre (Hechos 5:29).

El mandamiento de honrar a los padres es el único mandamiento con promesa: “para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:3). El honor engendra honor. Dios no honrará a aquellos que no obedezcan Su mandamiento de honrar a sus padres. Si deseamos complacer a Dios y ser bendecidos, debemos honrar a nuestros padres. Honrar no es fácil, no siempre es divertido, y ciertamente es imposible en nuestra propia fuerza. Pero el honor es un camino seguro para nuestro propósito en la vida: glorificar a Dios. “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.” (Colosenses 3:20).
La Armadura de Dios
Jesús sigue vivo.
Deja que el cure tus heridas.
Búsxa
Dejalo entar
Timoteo 3: 16, 17
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Es por esa razón que en esta ocasión quiero aportar una Biblia versión Reina Valera 1960 en PDF para que la puedas utilizar ya sea en tu computadora, smartphone, en tu PALM, PSP o en cualquier dispositivo electrónico que lea archivos PDF´s.

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Estudios Biblicos
LEVÁNTATE... sal... alza el vuelo. Estas palabras son buenas para aquellos que están atrapados o esclavizados. Sin embargo, algunos se resisten a la orden de marchar y prefieren el ambiente que los rodea antes que uno nuevo y desconocido. No es sencillo cambiar la seguridad y la comodidad de lo conocido por un futuro incierto. Pero, ¿qué sucedería si Dios diera la orden de mudarse? ¿Seguiríamos su guía? Éxodo describe una serie de llamados que Dios hace y las respuestas de su pueblo.Han pasado cuatrocientos años desde que José se trasladó con su familia a Egipto. Estos descendientes de Abraham han crecido a más de dos millones de individuos. Para el nuevo Faraón de Egipto, estos hebreos eran extranjeros y su número era alarmante. Faraón decidió hacerlos esclavos para que no pudieran desequilibrar su poder. Como después se vio, este fue su mayor error, ya que Dios vino a rescatar a su pueblo.A través de una serie de sucesos extraños, un niño hebreo llamado Moisés llega a ser príncipe en el palacio de Faraón y luego un paria en una tierra desierta. Dios visitó a Moisés en las llamas misteriosas de una zarza ardiente y, después de un poco de discusión, Moisés aceptó regresar a Egipto para sacar de la esclavitud al pueblo de Dios. Faraón fue confrontado, y por medio de una serie de plagas y de promesas hechas e incumplidas, Israel fue liberado de su dominio.Movilizar a una gran masa de gente no era una tarea sencilla, pero salieron de Egipto, cruzando el Mar Rojo y el desierto detrás de Moisés y de la columna de fuego y de nube. A pesar de la evidencia continua del amor y del poder de Dios, la gente se quejaba y añoraba sus días en Egipto. Dios suplió sus necesidades físicas y espirituales con comida y con un lugar para la adoración, pero también juzgó su desobediencia e infidelidad. Luego en el encuentro dramático que tuvo con Moisés en el Sinaí, Dios le dictó sus leyes para vivir una vida recta.Dios dirigió a Moisés y a la nación de Israel, y quiere guiarnos a nosotros también. ¿Acaso lo está preparando a usted, como a Moisés, para una tarea específica? Él estará con usted; obedézcalo y sígalo. ¿Está librándolo de algún enemigo o de alguna tentación? Confíe en Él y haga lo que dice. ¿Ha escuchado sus claras instrucciones morales? Lea, estudie y obedezca la Palabra de Dios. ¿Está llamándolo a una verdadera adoración? Descubra la presencia de Dios en su vida, en su hogar y en el cuerpo de creyentes reunidos. Éxodo es la historia fascinante de la guía de Dios. Lea con la determinación de seguir a Dios dondequiera que Él lo guíe.
¡Los Diez Mandamientos!
1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.13 No matarás. 14 No cometerás adulterio.15 No hurtarás. 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Exodo 20: 1-

América del Sur
Bogotá D.C.
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
1 Corintios 16:13
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